sábado, 1 de marzo de 2014

Como en los días de antaño.

No logro descifrar por qué el hecho de que coloques el pronombre posesivo en primera persona antes de mi nombre me emocione tanto.
   Recuerdo aquél año donde eras tú quien me buscaba, el que nunca se cansaba de decir que me quería (y yo la que nunca se cansó de escucharlo).

Se han invertido los papeles y no me buscas más, ya no repites cuánto me quieres y sólo respondes yo igual, no sé si para no quedar mal o por pena.
     No estoy reclamando nada, sólo pienso en lo mucho que extraño eso. Sentirme querida de tal manera...
   
No me canso de recordarte que te quiero (espero que tú tampoco te canses de escucharlo). No me avergüenzo de decir (e incluso lo he gritado) que te quiero.
   Te quiero.
   Te amo.
   Te amo como no recuerdo haber amado. Te amo en la forma más pura. Claro, es algo que nunca sabrás por mi miedo al qué pasará con nuestra amistad si es que eso no se perdió ya por culpa de mi imprudencia.

El hecho de que vuelvas a llamarme como en los días de antaño me produce alegría y me hace creer que por fin puede haber algo. Algo que quiso ser, algo que pudo ser, algo que fue en otra vida, o algo que nunca se dará.


me mo ment | via Tumblr


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