Tinta

Hubo una vez un hombre que quería un Smartphone. Tuvo un Smartphone.
Y fue feliz.

Hubo una vez un hombre que quería una Mac.
Tuvo una Mac. Y fue feliz.
Hubo una vez un hombre que quería una tablet. Tuvo una tablet. Y fue feliz.
Hubo una vez un hombre que deseaba una casa. Tuvo una enorme casa. Y fue feliz.
Hubo una vez un hombre que anhelaba un carro último modelo. Tuvo un lujoso Lamborghini Aventador. Y era envidiado por sus vecinos y feliz.
Hubo una vez un hombre que lo tenía todo; dinero, fama, salud...
Una vida perfecta. ¡Era muy feliz!
Hubo una vez un hombre que lo tenía todo pero no tenía nada. Perdió a su familia. No era feliz.
 

 

Hubo una vez...

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Este texto fue inspirado gracias a Lucía.

Gracias por tu libro "Nighttime en nunca jamás".