lunes, 7 de julio de 2014

Julio 04, 2014.

Y cuando me preguntaste si me gustaban las hierberas ilusionada creí que me regalarías una. Siempre creí que mi amor sería el primero en regalarme una. Y así es como hiciste de las hierberas mi flor preferida. 
      Nunca hubo tal hierbera, pero curiosamente me recuerdan a ti. 

      Siempre creí que mi amor sería el primero en regalarme una. 



4 de julio de 2014, 16:10 

Y alegres entraron los pequeños, robando toda su atención, gritando una cancioncita que inventaron 
camino a casa. "Feliz cumpleaños Pablo" gritó el varón al abrirse la puerta "No, mi amor, hoy no es el de él" dijo nuestra tía. "Feliz cumpleaños Ana" dijo entonces la pequeña que encabezaba la fila de tres, orgullosa de saberse las fechas correctamente.
      "Feliz cumpleaños Ana. Feliz cumpleaños Ana". Entonando el mismo coro al unísono, una y otra vez, salieron corriendo por toda la casa, buscando a la muchacha en todas las habitaciones:
      —¡Aquí está! ¡Feliz cumpleaños Ana! —gritó la pequeña antes que su hermano fuese el primero en decirlo.
      —Hola Ana, feliz cumpleaños. Que cumplas muchos más y que te regalen muchas cosas y tengas más compu y más películas y más música y más libros...—el inquieto hombrecillo siguió gritando cosas enérgicamente, pero la dulce niña traía algo escondido. Alegremente extendió sus brazos, seis hierberas: una rosada, dos amarillas, dos rojas... una anaranjada.
      ¡Vaya sorpresa! 


Siempre creí que mi amor sería el primero en regalarme una hierbera. 
Sin duda lo fue.




Foto: Elizabeth Romero

2 comentarios:

Vorágine dijo...

vaya, me ha gustado muchísimo esta entrada, sobre todo el contraste del primer párrafo y último, que el primero te deja un sabor amargo pero el último ya es dulce y alegre.

p.d. si quieres hacer una entrada conjunta, por mí perfecto, si quieres puedes mandarme un e-mail a voragines@hotmail.es y lo hablamos :)

(saludos)

Unknown dijo...

Me ha gustado mucho ésta entrada, al principio me quedé confundida pero luego..es muy dulce, parece esas historias desconocidas que nadie llega a saber en una tarde de verano. El simple detalle de que desees que tu primer amor te regale hierberas puede crear una historia como ésta.

Un beso, Utopías.