sábado, 9 de febrero de 2013

El tamaño de las personas

Una persona es enorme para uno, cuando habla de lo que leyó y vivió, cuando trata con cariño y respeto, cuando mira a los ojos y sonríe con inocencia. Una persona es pequeña cuando sólo piensa en sí misma, cuando se comporta de manera poco gentil, cuando fracasa justamente en el momento en que tendría que demostrar lo que hay de más importante entre dos personas: la amistad, el cariño, el respeto, el celo, y asimismo, el amor. Una persona es gigante cuando se interesa por tu vida, cuando busca alternativas para tu crecimiento, cuando sueña junto contigo. 


Una persona es grande cuando perdona, cuando comprende, cuando se coloca en el lugar del otro, cuando obra, no de acuerdo con lo que esperan de ella, sino con lo que se espera de ella. Una persona es pequeña cuando se deja regir por comportamientos clichés. Una misma persona puede aparentar grandeza o pequeñez dentro de una relación, y puede crecer o disminuir en un espacio de pocas semanas. Una decepción puede disminuir el tamaño de un amor que parecía ser grande, y una ausencia puede aumentar el tamaño de un amor que parecía ser ínfimo. Es difícil convivir con esta elasticidad: las personas se agigantan y se encogen a nuestros ojos. Nuestro juzgamiento es un hecho, no a través de centímetros y metro, sino de acciones y reacciones, de expectativas y frustraciones. Una persona es única al extender la mano, y al recogerla inesperadamente, se torna otra. El egoísmo unifica a los insignificantes. No es la altura, ni el peso, ni los músculos que hacen a una persona grande: es su sensibilidad sin tamaño...

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Esto lo leí en mi libro de idioma español y me pareció muy bonito y muy cierto. Nunca me había puesto a verlo de esa manera, y me puso a pensar. Espero les haya gustado tanto como a mi. 

2 comentarios:

Alice Roth dijo...

Jo qué bonito y qué gran verdad... Tu libro es muy sabio...el mí nada más que dice tontunas xD
Me ha encantado y también me ha dado que pensar, sin duda es un texto para eso...
Un abrazo!

*Kuroneko* dijo...

Qué cierto y qué bonito...
A mí me gusta creer, de todas formas, que cada persona tiene su algo bueno. A veces, juzgamos a los otros por algún comportamiento en especial que tuvo la persona con nosotros, pero no consideramos que ellos también tienen sus razones, sus problemas y por ende, sus momentos en los que no reaccionan de la mejor manera. Aunque esta aclaración no tenga nada que ver con el texto xD.
Es hermoso poder encontrarse con esa gente única, y yo tuve la suerte de hacerlo: mi mejor amiga debe ser la persona más "grande" que hay :).